Cada
país a través de sus políticas públicas pretende propiciar el acceso
igualitario y una educación equitativa para niños, jóvenes y adultos, con la
finalidad de adquirir, potenciar y consolidar las competencias adecuadas que le
permita a la sociedad desenvolverse asertivamente para mejorar su calidad de
vida y por ende el enriquecimiento del país.
Por lo que en
muchas ocasiones las personas con discapacidad son impedidas de su
participación plena en sociedad, no por sus diversidades funcionales, sino como
resultado de barreras legales, actitudinales, arquitectónicas y
comunicacionales, ya que enfrentan barreras que les impiden una participación
plena en sociedad, el reconocimiento, disfrute o ejercicio de sus derechos
humanos y libertades fundamentales en los ámbitos civil, político, económico,
social y cultural entre otros.
Desde un enfoque
de los derechos humanos, la discapacidad es generada por los Estados, gobiernos
y sociedades, al no crear ambientes adecuados para incluir en igualdad de
condiciones a las personas con discapacidad en todos los ámbitos de la vida por
lo que cada Estado tiene la obligación de adoptar medidas hasta el máximo de
los recursos que disponga para lograr progresivamente por todos los medios
apropiados, inclusive medidas legislativas, administrativas o de otra
naturaleza, la plena efectividad de estos derechos, que sean incluidas a la sociedad no por caridad, sino
por derecho, potenciando el respeto a la dignidad humana e igualdad.
El estado debe
concentrarse en la eliminación de barreras al aprendizaje y la participación,
todos los que estamos relacionados al ámbito educativo, personal
administrativo, directivos y docentes debemos comprender que el aprendizaje de
un niño combina un bagaje cultural, no solamente lo que le provee la escuela,
sus amigos, compañeros, la televisión, los juegos electrónicos y la calle, sino
también requiere de elevar el nivel de las exigencias e instrucción de los
niños para que adquieran un mayor compromiso hacia la educación.
Desde hace
muchos años se ha pretendido abandonar las viejas prácticas de exclusión dónde
solamente se centraban en los déficits de los alumnos y ahora están más
encaminadas a alcanzar el proceso de enseñanza-aprendizaje, se buscan mayores
alternativas que permitan que todos los alumnos aprendan de acuerdo a sus
posibilidades, gustos, intereses y potencialidades sin que la discapacidad sea
una limitante, ningún alumno
podrá aprender si no se le ofrecen oportunidades de aprendizaje de acuerdo con
lo que necesita, por tanto, las ayudas deben diseñarse a la medida de cada
estudiante, es decir, dar a cada quien lo que necesita.
Con la llegada de la inclusión educativa, se buscó
fortalecer una política educativa de carácter integral para enfrentar los
desafíos que existían al interior de las aulas, escuelas y en el sistema
educativo en su conjunto, ya que era muy observable ver actos que limitaban a
determinadas personas o grupos, su acceso a cualquier tipo y nivel educativo, proporcionándoles una educación con estándares inferiores de
calidad o les otorgaban un trato
incompatible con la dignidad humana.
Los procesos de
enseñanza aprendizaje no pueden ser improvisadas, es necesario tomar en cuenta
a los docentes, alumnos, las escuelas, la familia y la sociedad, ya que
intervienen de manera directa e indirecta en el logro de nuestros objetivos
para alcanzar el máximo logro de aprendizaje de nuestros alumnos.
El trabajo
docente en aislado no basta para construir escuelas y aulas inclusivas, la
inclusión debe ser radical, es decir, que todos los niños, cualquiera que sea
su grado de discapacidad, tengan la posibilidad de adquirir los aprendizajes
que le permitan desenvolverse de forma asertiva en la sociedad, por lo que la
didáctica es un elemento primordial para el desarrollo y mejora de nuestras
prácticas, ya que estudia, investiga y explica los procesos de enseñanza
aprendizaje con el fin de mejorar la calidad del proceso en beneficio de los
alumnos, por lo tanto, las situaciones didácticas que empleamos en el aula, no
deben de ser aisladas, al contrario, debe ponerse en práctica los conocimientos
y las teorías que aumenten la eficacia de la enseñanza.
Las personas con discapacidad son parte de nuestra sociedad, por lo que debemos construir una sociedad abierta, con espacios accesibles de todo tipo y donde puedan ejercer su pleno derecho, como docentes tenemos el compromiso de apoyarlos y lograr que puedan desenvolverse como personas independientes capaces de alcanzar sus metas para que se incorporen a un entorno escolar y laboral exitoso, por lo que el presente blog abordará temas interesantes que serán de utilidad para la comunidad y para cualquier persona interesada por mejorar su práctica educativa hacia los alumnos con discapacidad, para crear ambientes de aprendizajes favorables e inclusivos dando la bienvenida a la diversidad.
¿Quiénes somos?
Nos queda claro que toda participación y cambio cultural debe premiar en acciones encaminadas a garantizar que la comunidad escolar se sensibilice, capacite, que busque alternativas y tome decisiones en base al respeto a la diversidad y al principio del interés superior de la niñez.
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